EUROPA
PRESS
11 febrero
2020
Diferentes
tipos de varices y posibles tratamientos para eliminarlas
La directora del Centro Médico Rusiñol en Madrid, la doctora López Marín, ha distinguido
entre los distintos tipos de varices y los posibles tratamientos para
eliminarlas.
En primer lugar, la experta explica que las varices se
clasifican por tipos o grados, en función de la intensidad o la condición en la
que se presentan en el cuerpo.
Las varices de grado I son muy finas y delgadas y no suelen
presentar ningún síntoma, aunque en ciertos casos sí que se puede notar
sensación de pesadez o de cansancio en las piernas.
Las varices de grado II son mucho más visibles y sí que
conllevan síntomas de pesadez, calambres, hormigueos y dolor en las piernas,
además de problemas de protuberancias, calor y escozor en la zona.
Las varices de grado III y de grado IV son más agresivas que
las anteriores y los síntomas aumentan de forma progresiva. Además de aparecer
hinchazón en las piernas, también se produce un cambio de color en la piel.
Incluso en el grado IV pueden aparecer lesiones inflamatorias y úlceras que
pueden llegar a infectarse.
Para contrarrestar el daño causado por las varices y mejorar
la sensación de pesadez, hormigueo e hinchazón, la doctora recomienda medias de
comprensión que contribuyan a la circulación de la sangre y eviten que
aparezcan más varices, aunque no lleguen a eliminar las que hay. Otra opción es
la hidroterapia, que busca mejorar la circulación favoreciendo la contracción y
la dilatación de los vasos.
Finalmente, existen tratamientos ambulatorios para eliminar
los vasos anómalos, cuya técnica dependerá según el grosor y tamaño de la vena.
Por un lado, la crioesclerosis, que emplea una
técnica en frío para aplicar un esclerosante e inyectarlo en la vena, que
expulse la sangre que había quedado en su interior. Y por otro lado, el
tratamiento con láser, que busca el "termo sellado" del vaso.
La doctora Marín ha destacado que ambos tratamientos
ambulatorios son compatibles con la vida laboral y permiten llevar una vida
habitual, pues no requieren medidas especiales post tratamiento.